Es el cómo vive, con qué sentido, con qué motivaciones, lo que conduce al explorador a ser de una determinada manera y por eso lo diferencia de otro que no ha vivido esta experiencia. Su esencia está determinada por la modalidad de su acción.

Lo que distingue a los Exploradores de otras instituciones o grupos aunque tengan en común los destinatarios e incluso objetivos, es su Espíritu y Estilo educativo propio (PP.DD. Art. 22-43), basados en:

ü  Espíritu de familia: Afecto correspondido, aprecio y confianza, trato fraternal y participación de todos en la vida y acción comunitaria.

ü  Vida de amistad y alegría: Apertura hacia los demás con un cálido testimonio de confianza, optimismo y felicidad.

ü  Respeto por la persona: Basado en la condición de que todos somos hermanos en Cristo.

ü  Corresponsabilidad y participación: Ser protagonista de su propia historia, con el desarrollo y promoción de las capacidades y cualidades personales, para llegar a desarrollarse como hombre y cristiano.

ü  Actitud de diálogo: Es una llamada a la libertad interior para generar comunidad.

ü  Creatividad y flexibilidad: Mejorar las situaciones sociopolíticas, culturales y religiosas del mundo juvenil actual, desde donde podamos, desde nuestro lugar.

ü  Unidad y descentralización: Unidos en el espíritu de Don Bosco, pero adaptados a las realidades exigentes del hoy.

ü  Educación personalizante: Cultivar el desarrollo de cada uno, para hacer de cada miembro un sujeto activo de su historia y educación.

ü  Solidaridad: Romper el cerco de sus propio intereses, y vivan también la vida de los demás.

Lo que marca su esencia, lo que define el deber ser y el vivir de un explorador es la

Ley de Honor (PP.DD. Art. 68-81). Ella será su ideal, la que actuará como estímulo para avanzar con alegría, la que indica cómo se es Explorador.

Al definir la esencia del Exploradorismo, se lo presenta como un estilo de vida capaz de trazar una ruta, indicar un ideal que cargue de significado toda la vida desde la adolescencia y la juventud (PP.DD. Art 59).

Se lo puede considerar también un método, una pedagogía, una herramienta, capaz de brindar una formación integral, y nunca un fin en sí mismo(PP.DD. Art 60).

Destaquemos aún que el explorador, debe hacer el esfuerzo necesario a partir de sí mismo, pues sólo quien es capaz de sentirse dueño de sí, podrá actuar en los demás, para cumplir su misión(PP.DD. Art 65 y 66).

Muchos aspectos de la vida del explorador los encontramos presentes en la oración del explorador, la que rezamos y debemos vivir día a día.

El lema es la frase que impulsa y pide al explorador,

el estar Siempre Listo, para servir a Dios, a la Patria y al Hogar.

Es la síntesis práctica de los ideales exploradoriles de servicio al prójimo, un grito de acción y entrega que recuerda su compromiso.

Alerta al explorador a vivir en actitud de disponibilidad, entendiendo que la vida va más allá de la Buena Acción.

Y pide al explorador que este siempre listo física y mentalmente para comprender los problemas grandes y pequeños del hombre concreto y de la sociedad; siempre listo con su imaginación creadora para buscar nuevos modos de vivir su vida, realizar el bien y construir un mundo mejor.

Definida como el medio más eficaz para vivir plena e intensamente la experiencia exploradoril con corresponsabilidad y solidaridad,la Patrulla es el ámbito que provee el clima donde crece, se desarrolla, y maduran los ideales exploradoriles (PP.DD. Art. 134).

Es como el alma de la familia. Allí se siente el calorde la amistad, ayuda y aliento, incluso para la necesaria corrección.

La patrulla es la célula básica del Batallón.

En la misma podemos observar, en pequeño, la vida de nuestra gran familia exploradoril.

Toda esta mística de cada patrulla se suma a la propia del Batallón y del Movimiento, constituyendo el “modo de ser y de hacer de un Explorador”.

He sido testigo de muchos llantos al concluir los diferentes años, y hasta he sido protagonista de muchos de ellos, como animador y como pibe.

Pero nos damos cuenta del real significado que tuvo nuestra patrulla en ese abrazo en el campamento de verano antes de pasar a la comunidad de soles, nos damos cuenta que nos necesitamos, en la primer noche en carpa como animador, ya sin mis amigos de patrulla.

Es importante que recordemos, que seguimos siendo compañeros de este hermoso estilo de vida, seguimos teniendo los mismos ideales, los mismos recuerdos, seguimos siendo protagonistas de las mismas aventuras, seguimos siendo los que marcamos las huellas de nuestro camino, y lo hicimos juntos.

Seguimos formando parte de esta familia, que año a año, patrulla a patrulla, vamos agrandando.

Todo el ideario exploradoril encuentra su síntesis y su lanzamiento en la ceremonia de la Promesa que marca dos momentos privilegiados:

Ø  Al inicio de la experiencia exploradoril, luego de la etapa de ambientación.

Ø  Y al inicio de la etapa de Perfeccionamiento y Servicio, con su reafirmación.

“Fiel al llamado de Cristo, para realizarte como hombre y cristiano en comunidad”

La Promesa es un acto libre y voluntario mediante el cual se consolida una actitud permanente y dinámica del alma del Explorador.

Con la Promesa, el Caminante y la Chispita refuerzan el compromiso de vivir como Exploradores, de acuerdo a la Ley de Honor, para llevar una vida mejor.

Y con la misma, el Sol, reafirma su opción por este estilo de vida, para mejorar día a día su camino y el de los demás.

Esta oración que tanto nos emociona cuando la rezamos desde el corazón, juntos como hermanos, sintetiza la idea y la mística que nos caracteriza como hijos de este Movimiento.

Rezando a nuestro Hermano, el que nos dio el aviso de estar Siempre Listo (PP.DD. Art 82-86); afirmando nuestra fidelidad a la Iglesia, entendida como una comunidad y familia (PP.DD. Art. 87-88); que se prolonga a la Patria, nuestro grupo natural donde nacimos y viviremos (PP.DD. Art 89-91); y cuya célula madre es el Hogar,espacio concreto donde se expresa el amor(PP.DD. Art 92-93).

La oración continúa expresando mis ganas de seguir las huellas del Señor, aceptando el compromiso de cristiano y de explorador, para ser un Jesús entre los demás.

Tanto el Himno del Explorador (versión del P. Luis Entraigas con música del P. Francisco A. Lambruschini), como en la Canción del Explorador (moderna versión del Padre Eduardo Meana) encontramos los mismos ideales que se reafirman con el ritmo de la música y se hacen canto, memoria y promesa.

La primera subrayando los ideales y la segunda pasando de etapa en etapa para rescatar su característica relevante, siendo en ambas la mística quien anima, sostiene e impulsa la acción y en definitiva la vida del explorador.

Bajo este gran título encontramos el Uniforme y los Emblemas de la meta, Batallón y Movimiento.

Son importantes si recordamos, valoramos y ponemos en práctica sus significados.

Nos ayudan a diferenciarnos físicamente de los demás grupos del M.J.S., pero la verdadera diferencia radica en nuestra espiritualidad y accionar. Por esto, no hay que olvidar que son símbolos externos, así que si únicamente los lucimos, no estamos siendo Exploradores de corazón.

No se reduce a una mera estructura o división de etapas. En los Principios Doctrinales, los artículos del 116 al 129, nos presentan el Ciclo Exploradoril como un itinerario de crecimiento, señalando para cada momento del proceso formativo, objetivos, metas, acciones y diferentes estrategias.

Cada meta alcanzada no es sinónimo de realización de una serie de actividades o logro de un determinado aprendizaje; por el contrario implica un grado mayor de compromiso y de pertenencia, de servicio y de solidaridad, de vivencia de valores y cumplimiento de la Ley de Honor.

Todos los exploradores saben que no se alcanza un premio cuando se promociona un escalón en este ciclo, simplemente se reconoce haberlo alcanzado y se propone superar uno nuevo en esta escalera del crecimiento personal y grupal.